El presidente estadounidense Donald Trump ha firmado una directiva secreta ordenando al Pentágono utilizar la fuerza militar contra ciertos cárteles de la droga latinoamericanos catalogados como organizaciones terroristas por su gobierno, según reporta el diario The New York Times, que cita a fuentes de la propia administración con conocimiento directo del asunto. De acuerdo con este medio, la orden no solo crea una base legal de carácter oficial para ataques militares contra los cárteles en el mar y en territorio extranjero, sino que ordena al ejército que lleve a cabo operaciones de este tipo.
Altos mandos militares estadounidenses han empezado a estudiar las diferentes opciones mediante las que las fuerzas armadas de EEUU podrían actuar contra estos grupos, según las fuentes del NYT. En meses anteriores, la comunidad de inteligencia de EEUU ha incrementado sus actividades en torno a la frontera sur, por ejemplo utilizando drones espía para sobrevolar territorio de los cárteles en México y recabar información que ahora podría utilizarse para preparar estos ataques.
Se ignora qué grupos específicos están en el punto de mira del Pentágono, pero las organizaciones de narcotraficantes de México son casi con certeza un objetivo prioritario. El presidente Trump ha enarbolado con frecuencia la lucha contra el fentanilo, una de las principales fuentes de ingresos de estos cárteles, como uno de los puntos de contención con México, China e incluso, sin demasiada base, con Canadá.
«Otros elementos del poder de EEUU»
La medida, en todo caso, despierta algunas dudas legales. El NYT señala que no está claro qué opinan los abogados de la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado, ni si la Oficina de Consejo Legal del Departamento de Justicia ha emitido una opinión legal al respecto. Una de las cuestiones que se plantean es si la eliminación de civiles que no suponen una amenaza inminente, incluso si son sospechosos de crímenes, por parte de fuerzas estadounidenses fuera de un conflicto armado autorizado por el Congreso, podría considerarse «asesinato» y exponer a quienes la lleven a cabo a represalias legales posteriores.
El primer escollo, sin embargo, parece salvado mediante la designación de estas organizaciones como terroristas. Esta denominación permite «el uso de otros elementos del poder estadounidense, las agencias de inteligencia, el Departamento de Defensa, lo que sea, para ir contra estos grupos si tenemos oportunidad», declaró el Secretario de Estado Marco Rubio en una entrevista este jueves. «Tenemos que empezar a tratarles como organizaciones armadas terroristas, no simplemente como organizaciones de narcotráfico», añadió. La designación permite acciones adicionales como el bloqueo de sus activos económicos o dificultar los viajes de sus miembros.
En su primer mandato, Trump se enamoró de la idea de bombardear laboratorios de los cárteles en el extranjero, pero sus asesores y altos cargos militares le disuadieron de ponerla en práctica. Sin embargo, durante las elecciones de 2024 se convirtió en una de las propuestas más populares entre ciertos sectores del Partido Republicano, que ahora parecen haber ganado en influencia. Durante la campaña electoral, Trump prometió desplegar fuerzas navales y de operaciones especiales para «declararle la guerra a los cárteles». Ese momento puede haber llegado.