EU.- El optimismo duró poco en los mercados. Pese a presentar resultados trimestrales sólidos, Meta Platforms vio desplomarse sus acciones más de 10% este jueves, en medio del escepticismo de los inversores sobre el retorno de su agresivo gasto en inteligencia artificial.
El gigante de las redes sociales se enfrenta a un dilema: su expansión tecnológica entusiasma, pero el costo parece superar la paciencia de Wall Street.
La compañía elevó sus previsiones de gasto de capital para 2025, estimando ahora entre $70,000 y $72,000 millones, frente al rango anterior de $66,000 a $72,000 millones. Mark Zuckerberg defendió la estrategia al señalar que Meta «ya está viendo los frutos en su negocio principal» y que su objetivo es «invertir más, no menos», anticipándose a la era de la superinteligencia. Según el CEO, el incremento de capacidad permitirá a la empresa estar «en una posición ideal para un cambio de paradigma generacional».
Meta no está sola en esta carrera: Alphabet también elevó su previsión de inversión a entre $91,000 y $93,000 millones, mientras que Microsoft anunció un mayor gasto en infraestructura este año fiscal. La competencia por dominar la próxima generación de IA ha elevado la presión sobre las tres grandes tecnológicas, que compiten por construir los modelos más potentes del mercado.
En su último trimestre, Meta reportó ingresos de $51,240 millones y ganancias ajustadas de $7.25 por acción, superando las expectativas de Wall Street. Sus ingresos crecieron 26% interanual, aunque un cargo fiscal de $15,930 millones derivado de la Ley «One Big Beautiful Bill» impulsada por Donald Trump afectó sus resultados netos.
El ambicioso plan de inversión, que incluye una inyección de $14,300 millones en la startup Scale AI y la creación de su división Superintelligence Labs, demuestra que Meta no planea frenar. Pero la apuesta por el futuro tecnológico volvió a recordarle al mercado que la inteligencia artificial, además de promesa, es también riesgo.